sábado, 22 de octubre de 2011

JUAN SIN MIEDO SEGÚN PAULA






Juan sin miedo era un niño que no tenía miedo. Juan le tocaba todas las noches el violín a su amada.
El padre salió gritando:


-Deja a mi niña en paz . El hombre muy airado se fue a su casa.
Cuando Juan llegó a su casa le preguntó el padre:


-¿Has traído los botones?


Juan contestó:


-¿Qué botones?.


El padre le dijo:


-¡Los que te mandé a buscar!


Dice Juan:


- Ahora mismo voy.


Cuando Juan estaba buscando los botones, se encontró a un hombre llamado Jorge y le dijo: - Hola, soy Juan sin miedo. Estoy buscando unos botones para mi padre.


Jorge le dijo:


- ¿Si te ayudo me das los pedrones que llevas en el bolsillo?


Jorge le contestó:


- Te llevaré a un lago a ver si te doy miedo.


Juan contestó:
- Vale, si me das un susto me podré quitar el castigo de mi padre.


Jorge le llevó a un lago pero tampoco le dio miedo nada. Jorge lo llevó a un castillo, que cuando llegaron parecía muy aterrorizado.


Jorge le dijo:


- Entra ahí a ver qué hay.


Juan le respondió :


- Vale, pero quédate con estos setenta y cinco regalos .


Cuando Juan entró no había nada dentro. De repente, un hombre llamado Periquito, se tiró por la chimenea, pero tampoco le dio susto.


Periquito dijo muy airado:
-Vamos a jugar a los bolos, ¿quieres?.


-Vale, contestó Juan.


Juan ganó a Periquito, pero éste decía que no. Juan se fue a la cama para descansar un poco. Cuando se iba a acostar dijo:


- Señor, ¿eres tú?.


El hombre no contestó y como estaba muy frío, lo llevó a la chimenea para ver si le daba un poco de calor. De repente, saltó Periquito diciendo:


- No, soy yo. Yo no soy el señor.
Al final, Juan sobrevivió y Periquito se marchó sin las piernas. De repente, entró Jorge por la puerta y dijo:


- Tranquilo, Juan, que soy yo.


Juan repondió:


- Señor, ¿eres tú?. A ver cuántos años tengo.


Respondió Jorge:
-Tienes treinta
-Jorge, ¡eres tú!. Le contestó Juan.


-Sí, soy yo Juan.


Cuando Juan volvió a casa, el padre de Lidia le llamó y le dijo:


-¡ Ven, corre, Lidia se ha desmayado!


Juan le puso una bolsa en lo alto de la barriga y, por fin, estaba temblando.


Al final se casó con Lidia y supo lo que era el miedo.

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